See on Scoop.it – Turismos alternativos en América Latina
La crisis golpea y en esta tierra todo el mundo pone su mirada hacia el turismo como fuente de riqueza y de creación de empleo. Se supone que hacer turismo, o tener una industria de este tipo, es algo que fastidia poco al medio ambiente, que está al alcance de casi todos (incluso en forma de cruceros, antes reservado a los más ricos), que beneficia a las poblaciones que reciben a los turistas y que es hasta bueno culturalmente. Es como poder tocar el paraíso con los dedos de las manos.
Nuestros tópicos arriba mencionados sobre las bondades del turismo había que matizarlos y mucho. Por ejemplo, que menos del dos por ciento (2%), allende sus fronteras estatales, es decir poco más de 130 millones de los 7.000 que pueblan actualmente el mundo, que si hacemos bien las cuentas energéticas, el turismo mundial contribuye con un 18% de emisión de gases invernaderos, o sea al calentamiento global, que en los países del Sur los éxitos macroeconómicos del turismo no se corresponden con los índices de bienestar de la mayoría y que , culturalmente, las gente termina siendo colonizada por costumbres y valores distantes de los propios, entre otros perjuicios. No, por tanto oro todo lo que reluce.
Ernest Cañada dirige una ONG, Alba Sud, que trabaja en Centroamérica y tiene más de diez años de experiencia en el terreno. Entrevista.
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